HISTORIA

VIOLENCIA EN EL BAJO ATRATO

 




El Urabá Chocoano también conocido como el Bajo Atrato es una zona en la cual la violencia es un hecho que se ve muy marcado, refugios hechos con plásticos y palos son las viviendas en las cuales se encuentran viviendo los habitantes del Bajo Atrato que han vuelto al Urabá porque se cansaron de mendigar. Viviendo como desplazados por la vivienda con la esperanza de que las autoridades les ayuden cosa que claramente no se ha visto. Aunque los desplazados volvieron gracias al apoyo otorgado por los miembros de su misma comunidad. A cada desplazado que regreso se le entrego entre 500 mil pesos y 2 millones de pesos.

En la región del bajo Atrato el recurso mas importante es la explotación de madera, pero es una actividad que es “bien vista” por los guerrilleros, algunos de los miembros de la comunidad han realizado denuncios de que la banda conocida como Águilas negras habrían realizado extorsión a las comunidades negras, a esto se le suma que también han sido blancos de engaños y explotación. Una comunidad indígena negoció en 2009 con un grupo paramilitar una cantidad de madera, se gasto dinero en la gasolina, mercado y herramientas para los trabajadores, la estafa fue tan grande que se acumulo una deuda de 800 millones de pesos la cual deberían pagar con trabajo y explotación de madera por más de 10 años.Otro gran problema es la constante presencia de narcotraficantes que ofrecen dinero a los indígenas para que realicen la siembra y cultivo de la coca en sus territorios.

La violencia de los grupos armados está poniendo en riesgo la aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras en el Bajo Atrato, cosa constatada por el monseñor Luis Adriano Piedrahíta Sandoval.El monseñor le pidió al gobierno nacional protección a las comunidades y realizo denuncia de los recientes asesinatos de varios campesinos y reclamantes a manos de grupos al margen de la ley, y guerillas. 
Ante este panorama de grupos armados ilegales tratando de impedir el trabajo de devolución de tierras usurpadas, el Obispo de Apartadó exije al Gobierno Nacional y las autoridades que hagan justicia a las comunidades negras e indígenas en este territorio.Recalca tambien el hecho de que existe un abandono del Estado en esas comunidades, que se hallan sumergidas en la pobreza y oprimidas por la crueldad de los grupos violentos, las bandas criminales del narcotráfico, y pidieron que el gobierno pase de “de la propaganda a la adopción de medidas más eficaces”.

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